Capítulo 11.
-
Pues la verdad no lo sé Harry- respondí.
-
Vamos a mi casa- dijo tendiéndome el casco de
su moto- ¿te gustó?- me preguntó señalando a mi mano, en la que había escrito
aquel mensajito que me había animado tanto.
-
Sí, mucho, pero me gustaría que me lo
escribieras en un papel porque se acabará borrando, y es algo que me gustaría
conservar- y toqué su firma con la punta de mis dedos.
-
Está bien, aunque no tienes que preocuparte
por eso. Te lo puedo volver a escribir las veces que sea necesario hasta que se
quede impreso- y soltó una carcajada- ¡ES BROMA! Aunque si quieres lo haré…
-
Buff, menos mal que ya me estaba asustando- y
me reí yo también- seguro que te acabaría doliendo la mano. Por cierto, ¿dónde
vives?
-
Ah, ah, ah, ah, es una sorpresa- contestó
mientras se sentaba en la moto.- Venga, súbete.
Se colocó el casco. Yo ya me había puesto el
mío. Hacía un día estupendo y no se veía ni una nube. Tampoco hacía demasiado
calor, y el ambiente era ideal. Me senté detrás y me abracé a él, tal y como lo
había hecho el día anterior.
-
Aprendes rápido- dijo girándose un poco para
verme recostada en su espalda.
-
Yo no me olvido de nada Harry- mi voz sonaba
ahora triste y apagada, recordando la promesa que me había hecho. Más vale que
la cumpliera, si no las cosas se pondrían muy feas.
-
Tranquila, no diré nada- comentó adivinando
mis pensamientos- Rosee, ya no te duele el tobillo, ¿verdad?
-
Verdad- respondí separándome un poco de él
por la extrañeza de su pregunta.
-
Pues entonces agárrate fuerte.
En cuestión de un segundo, Harry pegó un
acelerón impresionante, que me puso los pelos de punta y me aferré fuertemente
a él. No íbamos muy rápido, pero el acelerón había sido tan repentino, que me
había invadido el miedo.
- ¡NO VUELVAS A HACER ESO!- a lo que él me
respondió con unas carcajadas.
- ¡Estás muy guapa Rosee!- gritó para que
pudiera oírle.
- ¡Tú también Harry!- le respondí. La verdad
es que parecía que nos habíamos puesto de acuerdo. Los dos llevábamos camiseta
negra y unos vaqueros. ¿Coincidencia no? Dos mentes afines siempre piensan
igual…
- ¡Y qué haremos en tu casa!
- Pues por lo pronto vas a conocer a los
chicos.
- ¡¿Qué?! ¡En serio Harry no te he oído!
- ¡Que vas a conocer a los chicos!- estuvo a
punto de darme algo. ¡Qué nervios!
- ¡¿Y qué se supone que tengo que hacer?!-
pregunté bastante angustiada.
- Nada Rosee, sólo sé tu misma. Eres
fantástica tal y como eres, y creo que les vas a caer genial. Como a mí.- me
contestó mientras soltaba una de sus manos de la moto para tocar una de las
mías. Ese fue un gesto muy bonito por su parte, y me dio bastante confianza.-
Si no entiendes algo de lo que te digan no te preocupes, yo intentaré decírtelo.
- Y, ¿por qué me dices eso Harry?
- Porque a Louis le da por hablar muy rápido
cuando está contento, es decir, siempre.
- Am vale, pues por favor, pídele que hable
más despacio con migo.
- Claro, tú no te preocupes.
Estuvimos de camino cerca de veinticinco
minutos en la moto, y llegamos a una zona con muchos árboles. Harry se desvió
por un estrecho camino de tierra y nos adentramos en un bosque.
-
¡Esto es precioso!- exclamé. Había muchísimos
árboles, y bastante altos. Intenté mirar el final del camino, pero parecía no
terminar nunca, pero tomamos una segunda desviación que no estaba señalizada.
Al minuto pude contemplar una casa inmensa rodeada totalmente de árboles. Uno
de ellos me llamó especialmente la atención. Se trataba de un sauce llorón
gigantesco, que proporcionaba una sombra enorme. Debajo de él había una mesa y
unos bancos de madera típicos de los campings. Seguramente comerán allí algunas
veces, pensé. Todos esos árboles aportaban una sensación de frescor
indescriptible. Harry aparcó la moto en un hueco que parecía estar reservado
para él. Ambos bajamos, y con algo de dificultad le tendí mi casco.
-
Espera Rosee. Antes de nada tienes que
prometerme una cosa.- Dijo bastante serio.
-
Claro Harry. Dime, ¿de qué se trata?
-
Tienes que prometerme que no le vas a contar
a nadie donde vivimos. Nos tienen prohibido traer a alguien a casa por miedo a
que nos descubran, no queremos armar jaleos y queremos estar aquí todas las
vacaciones. ¿Lo entiendes, verdad?
-
Claro Harry, no hay problema.
-
Bien, gracias. ¿Lista?
-
Eso creo- dije bastante nerviosa. Seguro que
si me hubiera mirado a un espejo parecería una niña pequeña, y Harry parecía
divertirse con mi nerviosismo.
-
No te preocupes, que no muerden, a menos que
Niall tenga hambre…- era la clase de broma que me hizo sentir mucho mejor.
Nos acercamos al umbral. La casa era enorme y
realmente impresionaba mucho. Era de ladrillo rojo, con tejados de color
pizarra y con amplias ventanas. Harry llamó al timbre.
-
Sí, ¿Quién eres Harry?- y se escucharon risas
de fondo.
-
Vamos Lou déjame entrar que no me he llevado
llaves- dijo mientras los dos nos tronchábamos de la risa también. No había
entrado aún y ya me lo estaba pasando bien.
-
¡Está bien ricitos!- y más risas de fondo.
-
Con que “Lou” y “ricitos”, ¿eh?- le pregunté
burlona.
-
Nos gusta llamarnos así- y se tocó la nuca
mirando a otro lado. Abrieron la puerta, pero al otro lado de ella no había
nadie.
-
¿Dónde están?- pregunté intrigada.
-
Lo más seguro es que estén en el piso de
arriba. Intentando despertar a Zayn. Le encanta dormir y siempre se levanta el
último.
-
¿Pero cómo nos han abierto entonces?
-
Es que podemos abrir desde distintos puntos
de la casa. Somos demasiado vagos creo…
-
¡Me gusta!- exclamé asombrada. La casa por
dentro era aún más increíble. Todo estaba decorado con un estilo muy moderno,
que contrastaba con la apariencia rústica del exterior. Mi casa al lado de esa
no valía nada. Claro que yo no soy una superestrella así que no me extraña. Se
oyeron unos ruidos del piso de arriba, que fueron aumentando hasta escucharse
al principio de la escalera que tenía más próxima.
Lo primero que vi fue a Liam, que
aparentemente venía tranquilo, pero que en cuanto dirigió su mirada al
principio de la escalera bajó a todo correr. Al instante aparecieron Louis y
Niall empujándose para ver quién era el primero que llegaba al suelo. Louis
consiguió ganarle saltando de la barandilla hacia fuera y aterrizando en el
suelo.
Me llevé las manos a la cara. Pensé que se
había hecho daño. Pero al momento se levantó y dijo en sentido irónico:
-
¡Estoy bien, gracias por preocuparos!- aunque
yo realmente sí lo había hecho.
Finalmente apareció Zayn bajando lentamente
las escaleras con cara somnolienta y con el pijama puesto; pero en cuanto se
percató de mi presencia se giró y volvió a subir.
-
Seguramente va a arreglarse- me dijo Harry-
no le gusta aparecer desarreglado excepto con nosotros, y créeme, se puede
pasar horas delante del espejo.
-
¡Hola!- gritaron a coro Liam, Niall y Louis.
Y posteriormente un hola del piso de arriba.
-
Hola- contestamos Harry y yo al unísono.
-
Así que tú eres Rosee- dijo Louis acercándose
a mí y rodeándome con un brazo el hombro- Harry nos ha hablado mucho de ti.
-
¡Louis!- replicó Harry.
-
Sí, es verdad. Ayer no estuvo mas que Rosee
esto, Rosee lo otro… Y ya teníamos ganas de conocerte. Encantado- dijo Niall
dándome un beso en la mejilla- aunque ya veo que no a exagerado en nada- ante
este comentario me puse rojísima y le dediqué una mirada a Harry que se tapaba
la cara con las manos.
-
Anda dejar de torturarle al pobre- dijo Liam
dándole unas palmadas en el hombro a Harry, y dedicándoles unas miradas a Louis y a Niall- tampoco lo exageréis
tanto. Bienvenida Rosee.
-
Gracias hermano- dijo Harry abrazando a Liam-
veis, él si me entiende.- No puede evitar la risa. Todos parecían muy
simpáticos, pero no había ni rastro de Zayn.
-
Bueno Rosee, ¿has desayunado?- continuó
Louis.
-
Sí- contesté tímida.
-
¡Pues nosotros no!- exclamó Niall- ¡Y me
muero de hambre!- entonces recordé lo que me había dicho Harry antes sobre que
puede pasar si Niall tiene hambre. Ya sé que lo dijo en broma, pero para
hacerme la graciosa dije “oh, oh” y me escondí detrás de Harry. Todos se
quedaron extrañados por mi respuesta, todo menos Harry, que soltó una carcajada
tremenda.
-
¡Pero bueno! ¡¿Me he perdido algo?!- contestó
Louis entre gritos muy agudos.
-
¡¿Se puede saber que le has dicho de mí
Harry?¡- preguntó furioso Niall. Y Liam se partía de la risa.
-
Es que antes de entrar estaba nerviosa y…-
dijo Harry entre risas.
-
Me contó que no mordíais, excepto Niall si
tenía hambre- dije yo también entre carcajadas, saliendo de mi “escondite”.
-
¡Hey! No te preocupes que yo tampoco muerdo-
dijo Niall acercándose a mí y luego abrazándome- ¿ves?- estaba muy cómoda con
Niall. Es el más bajito y es sólo un poquito más alto que yo, así que cuando me
abrazó estábamos más o menos a la misma altura.
-
Sí, ya lo veo. No te preocupes que nada mas
verte ya sabía que no podía ser cierto- le respondí. En ese momento apareció
Zayn bajando por las escaleras.
-
Hola Rosee. ¿Qué tal? ¿Cómo estás?
-
Muy bien Zayn- le respondí amablemente.
-
Bueno, parece que nos conoces a todos- dijo
Liam- eso significa que…
-
¡Eres fan de One Direction!- dijeron todos a
la vez.
-
Sí, me gusta mucho vuestra música. Y al
parecer vosotros también me conocéis a mí.
-
Sí, y ya te hemos dicho por qué- dijo Louis.
Bueno, ¿quién quiere tortitas y té?
-
Yo- dijo Niall saliendo a correr, mientras le
seguíamos todos los demás. Todo el ambiente era espectacular y la cocina era
inmensa. Todos se sentaron en la mesa menos Harry y yo.
-
¿No desayunas Harry?- le pregunté.
-
No, ya lo hice antes de ir a por ti-
contestó.
-
Sí, se levantó a las siete porque según él
estaba impaciente y se preparó enseguida, pero armó tanto jaleo que por su
culpa no he podido volver a pegar ojo- se quejó Zayn y produjo una risa
general, tanto que Louis casi escupe todo su té.
-
Bueno, ¿quieres que te enseñe la casa
mientras desayunan?- me preguntó Harry intentando cambiar el tema de burlas
hacia él.
-
Claro- y le agarré de la mano. Puso cara de
alivio y nos alejamos de la cocina. Me enseñó el salón, tan grande como me lo
esperaba y también bastante desordenado. Tenían un montón de consolas: la Wii,
la Play Station, la X Box, cinco PSPs, cinco Nintendos… En fin de todo.
-
Ven, vamos a mi cuarto- me dijo. Subimos al
piso de arriba, y se paró en la primera habitación. En él había un cartelito
que ponía: Habitación de Harry, por favor llama antes de entrar. Abrió la
puerta y hubo algo que me llamó la atención bastante. Estaba muy ordenada, en
comparación de como se encontraba el resto de la casa, pero no dije nada. Tenía
una cama enorme, como una de matrimonio, y una televisión de pantalla plana
justo delante.
-
¿Duermes con alguien Harry?- le pregunté algo
extrañada.
-
No, es que me gusta tener mi espacio- me
contestó sonriendo.
-
Que suerte. Si yo tuviera esta cama en mi
habitación, lo más probable es que no podría ni entrar en mi cuarto. ¡Ocuparía
demasiado espacio y no podría abrir ni la puerta!- exclamé. Pero Harry se había
sentado en ella y me miraba como si estuviera en las nubes. Yo no le molesté,
también me quedo a veces pensando en mi mundo. Simplemente me paseé por la
habitación. Entonces salió de su insomnio.
-
¿Quieres ver la de los demás?
-
Por supuesto.- Y fuimos a ver la de los
demás. Eran todas tan grandes como la de Harry y también molaban mucho, pero
había un detalle que era obvio. ¡Estaban super desordenadas! Tenían toda la
ropa por ahí tirada. Había hasta peladuras de la fruta por el suelo, por no
hablar de los numerosos calzoncillos que me encontré. Cuando estábamos en la
habitación de Louis entraron todos los demás.
-
¿Qué Rosee, no te has dado cuenta?- preguntó
Louis.
-
¿De qué me tengo que dar cuenta Louis?
-
De que Harry se ha tirado casi una hora esta
mañana limpiando si cuarto para luego enseñártelo.- Contestó Zayn.
-
¿En serio Harry?- le pregunté mirándole a los
ojos.
-
Sí, es que quería causarte una buena
impresión, y como tu casa estaba tan impecable…
-
No te preocupes Harry. Ya sé que en otros
países no es costumbre tener la casa como la tenemos normalmente los españoles.
No hace falta que cambies nada. En serio, eres genial tal y como eres.- Le
dije, del mismo modo que él me había dicho a mí antes de entrar en su casa para
tranquilizarme. A lo que todos respondieron con un aplauso que nos ruborizó a
ambos.
Continuará…
ohhhhhhhhhhhhhhhhh! qe boniiitoo! mencaaantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! y daqi poqito puede qe surja el amorr...! aiix qe biien! ajajaajjajaj :$
ResponderEliminaropino lo mis mo que a directioner es super bonito ojala pudieramos todas vivir la misma experiencia k Rosee :P :)
Eliminarojalaaa... ^^ jajajajjajaja <3
EliminarSiguienteee yaaaa!!
ResponderEliminarMe encantaaa!!
me encanta, siguela! pasate por la mia:) http://myliveinthreewords.blogspot.com/ GRACIIAS:)
ResponderEliminarPara que te hagas una idea aproximada de cuánto me ha gustado el capítulo... es ABSOLUTAMENTE-COMPLETAMENTE-EXAGERADAMENTE-HIPER-SUPER-MEGA-EXTRA-GENIAL-PRECIOSO!!!!!!! Síguela prontoooo:D
ResponderEliminarhahahahah gracias chicas. Os doy las gracias por darme vuestra opinión, y también a las que incluso no comentan, pork me parecen muy majas por simplemente leer mi nove y las noticias del blog.
ResponderEliminarMarina, ya he leído tu nove y he comentado ;)
Tenéis que ser un poco más pacientes :) lo más probable es que el siguiente lo suba el martes o así, si me da tiempo con tanto examen (k mierda)Bueno wappas un beso!
suerte en los examenes yo tambien estoy harta de ellos. un besazo. (L)
EliminarSuerte con los examenes a todas! Me ENCANTA-ADORO-ME CHIFLA- ME IMPRESIONA tu novela! Es genial, que envidia me da Rosee (L) Pásate por la mía de vez en cuando http://suddenly-it-happens.blogspot.com/, síguela, en serio, MOLA MAZO!
ResponderEliminarola ace poco k entrado en ste blog y k decir ME ENCANTA keria saber donde puedo leerme esta novela desde el principio grax un beso¡¡¡¡
ResponderEliminarpues anónimo, la verdad es que creo que la única forma de leerla desde el principio es darle a entradas antiguas hasta que te encuentres el primero, pero si te gustó este capítulo te animo a que te la leas aunque te tires un rato buscando el primero :)
ResponderEliminarP.D: me alegro de que te guste ;)