sábado, 31 de marzo de 2012

Links de Liam

No pensaríais que nos íbamos a olvidar de nuestro querido Liam. Como se suele decir, lo bueno se hace esperar. Estos son nuestros links favoritos y nos encantan, ¿y a tí?

Liam nos enseña su culito ;)
Todas moriríamos si Liam nos guiñara un ojo.
Liam a dormir (L)
La patata de Liam :D
Liam´s morritos hahaha :)

viernes, 30 de marzo de 2012

Maratón de capítulos de I can´t love you more than this.

Bueno, como ya sabéis estube de excursión en un campamento durante 5 días. Pero por desgracia, no pude disfrutarlo mucho porque me puse enferma y las marchas que hicimos me parecieron agotadoras. De todas formas, cuando ayer llegé y vi los comentarios que me habíais dejado realmente me entraron ganas de llorar de felicidad. Me quedé muy impresionada de que me echéis tanto de menos, aunque yo también a vosotras.
Por eso, por ser tan buenas seguidoras y quererme tanto, hoy, aunque se me caen los mocos cada dos por tres, os dejo 3 CAPÍTULOS de mi novela. Espero que os gusten tanto como los anteriores, o si puede ser, un poco más incluso. Quiero advertiros de que pasan cosas muy interesantes, y encontraréis la respuesta a preguntas como ¿narrará sólo Harry y Rosee? o ¿qué le ocurre a Niall? Hahaha bueno, lo dejo ya que os voy a volver locas de impaciencia. Como siempre, por favor dejadme vuestros comentarios.
P.D. Gema, gracias por encargarte del blog mientras no estaba. Me encantan las noticias con las fotos :) Te quiero amiga (L)

Capítulo 15.

Agarré fuertemente a Harry. Me había parecido muy interesante lo que suele hacer cada uno. Lo de Zayn, Lou y Liam ya me lo había imaginado. ¿Cómo pueden tener esos cuerpos sin no? Realmente están en plena forma. Niall estaría tocando la guitarra. Cualquier fan de One Direction se derretiría si tuvieran enfrente a Niall tocándoles algo, pero claro, es evidente que va a ensayar no a pasar el rato, por eso necesitará concentración. Ojalá me pudiera enseñar él a tocar la guitarra. Siempre me ha llamado la atención la música, pero nunca he sentido ánimos suficientes de aprender a tocar algo. Pero cuando lo veo, me entran unas ganas tremendas de decir: ¿Me enseñas? Sin duda, algún día podré tocar la guitarra tan bien como Niall. Algún día…
-         ¿Vamos a tu habitación verdad Harry?- le pregunté, porque de pronto caí en la cuenta de que no sabía a dónde me dirigía. Ya no corríamos, simplemente andábamos uno al lado del otro.
-         Pues no sé.- Me contestó parándose en seco.- ¿Dónde quieres que la veamos?- Preguntó mientras se sacudía el pelo. La verdad no sé por qué lo hace, porque luego se le queda exactamente igual que antes. Debe de ser una de sus manías. Una de las manías que me encanta de él.
-         ¿Dónde tienes reproductores?
-         ¡EN TODA LA CASA!- dijo mientras daba un par de vueltas en sí mismo con los brazos abiertos y soltando su más característica risa.
-         Madre mía. Si que os gusta ver películas. Bueno, pues elige tú el sitio que a mí no me importa y… ¡para de girar que me pones nerviosa!- no pude evitar unas carcajadas. Hay veces que parece que se le va la cabeza y eso me encanta. Me ignoró y siguió girando; pero para pararle le agarré de la mano. No sé qué pasó ni cómo lo hizo, pero agarró mi mano y acabé dando yo también una vuelta, para finalmente quedarnos los dos pegados. Se me encendieron las mejillas por la proximidad a la que estaba de él. Podía notar su aliento, su respiración y los latidos de su corazón. Él pareció también ruborizarse y enseguida nos separamos. Los dos sonreímos y pusimos cara de “no ha pasado nada”, pero esa imagen no se me olvidará en toda mi vida. De eso podía estar segura.
-         Ven, vamos a la sala de juegos. Allí estaremos tranquilos, además es mi sitio favorito.- Me tendió su mano y yo la acepté y le seguí. Bajamos a la sala, que era realmente el sótano de la casa. Se estaba muy fresquito en comparación al resto de la casa, porque estaba bajo tierra y había un completo desorden. En ella había muchos objetos distintos y de todos la colores, y eso hacía que la estancia fuese única.- Perdona por el desorden, pero es que ayer hubo fútbol y…
-         No hace falta que me digas más. Ya me he imaginado cómo os ponéis vosotros con el fútbol. Además el desorden no me sorprende y tampoco me molesta. Mi casa está ordenada por orden estricta de mis padres no por mí, aunque reconozco que yo no llego tan lejos como vosotros.- Me tumbé en el sofá que había delante de una enorme pantalla de plasma. El lugar era muy especial y un sitio ideal para ver películas o para simplemente pasar el rato.
-         Sabes, hay una cosa que he querido hacer desde que has llegado; y ya no aguanto más.- Dijo Harry. Le observé con una mirada interrogante.
-         ¿Y qué es?- pregunté incorporándome del sofá. Guardó unos segundos de silencio, y se quedó de pie; mirándome y sin hacer ningún movimiento. Finalmente se sentó a mi lado en el sofá. Yo no sabía qué hacer o que pensar, así que miré a mi alrededor para buscar el mando a distancia y evitar mirar a esos ojos azules que no se apartaban de mí. Y lo que hizo fue… ¡QUITARSE LA CAMISETA! Y se quedó en vaqueros sentado en el sofá.- ¿Por qué te quitas la camiseta?- Pregunté algo confundida.
-         Porque llevo toda la mañana pasando un calor horrible. No te molesta ¿verdad? Es que estoy acostumbrado a estar así por casa. Bueno, la verdad que en casa no llevo nada, pero claro, sólo cuando estoy solo.
-         ¿Pero cómo puedes tener calor aquí que es el sitio más fresco de tu casa? Hasta yo tengo un poco de frío.
-         Eso se te pasará en seguida, ahora lo verás- se acercó al televisor, puso la película, sacó de un mini-frigorífico un par de fantas de una marca que yo desconocía, cogió una bolsa de palomitas y finalmente lo dejó todo en la mesita que teníamos enfrente, se acercó a mí y me rodeó con uno de sus brazos- ¿mejor?- preguntó con una sonrisita burlona.
-         Sí, mucho mejor- me quité las sandalias para poder poner los pies encima del sofá y apoyé mi cabeza en su hombro. La verdad es que al tenerlo así tan cerca de mí, hizo que se me quitara el frío en un momento. Nunca me habría imaginado que estaría apoyada en el hombro desnudo de Harry, mientras este me da palomitas y vemos una peli. Fue simplemente delicioso y me sentía como una auténtica princesa.
La película la había visto un millón de veces de pequeña, aunque nunca en inglés. En las escenas en las que salían canciones, él se ponía a cantar. Me entraron de nuevo esas ganas tremendas de hacer lo mismo junto a él y a la televisión, incluso más que antes en los ensayos porque ahora estábamos solos; pero mi timidez y mi vergüenza me lo impidieron. Es que no puedo, me supera. Por mucho que me esfuerce en intentar perder la cabeza y divertirme, es como si me tirara a un abismo sin fondo. No soy una persona para nada lanzada, o atrevida en esos sentidos. Tengo un miedo atroz a hacer el ridículo, cuando realmente intento lo contrario. Para hacer cosas así necesito más tiempo, más confianza.
-         ¿Quieres jugar con las palomitas?- soltó él de pronto.
-         Claro, ¿pero cómo voy a jugar con las palomitas? Quiero decir, son comida.
-         Mira y aprende- cogió una, la lanzó al aire y cayó en su boca- ¡Taran!- Dijo mientras movía las manos. Prometía ser divertido.
-         Venga vamos tírame una, ya verás como la acierto- le reté separándome un poco de él para que hubiera más espacio.
-         Vale. Uno, dos… ¡tres!- y me la lanzó, pero no lo conseguí porque me la había tirado demasiado alto.
-         ¡No vale, no podía llegar!
-         Ok, ok, no te enfades que solo quería hacerte un poco de rabiar. Vale ahora te la tiro bien.- Dijo mientras  se hacía el interesante. A esas alturas apenas atendíamos a la película. Era más divertido jugar con el, como dos niños pequeños.- Una dos… ¡tres!
-         Ha, ha, ha, esta vez sí lo conseguí- canté victoria mientras elevaba los brazos.- Vale y ahora te la lanzo yo.
Y así seguimos el resto de la película, riendo y aumentando cada vez la distancia más para que fuera más difícil y a la vez más emocionante conseguirlo.
Narra Louis:
-         ¡Vamos Zayn no te pondrás tan sexy como yo si no haces más abdominales!- le grité a Zayn.
-         ¿Quién te ha dicho que no los iba a hacer? Además, ya quisieras tú ser tan sexy como yo.- No me podía creer que Zayn Malik estuviera cuestionando mi autoridad; aunque ya estoy acostumbrado a que lo hagan. Me lo tomo todo a broma.
-         Vamos Louis, anímate y haz algo con nosotros.- Me dijo Liam. No sé ni cómo fue capaz de decirlo, porque estaba levantando las pesas más grandes que tenemos. Daba un poco de miedo verlo con todos los músculos tensos.
-         No gracias, yo no haré ejercicio ahora- miré a mi alrededor y busqué mi megáfono.- ¡Vamos chicos, esos cuerpos no se mantienen solos!- grité mientras me ponía a bailar mi “baile para parar el tráfico”.
-         No me hagas reír que no puedo hacer nada con esta risa- dijo Zayn con unas carcajadas de las suyas.
-         Vale, pero no pienso dejar de animaros con el megáfono.- En ese instante mi bolsillo comenzó a vibrar y saqué mi móvil del bolsillo. Era Eveline.
-         ¿Quién es?- Preguntó Zayn.
-         Es Eveline, voy a contestarla.- Di al botón verde y enseguida sonó su voz.
-         ¡Louis!
-         Dime Eveline, ¿qué pasa?
-         Quería contaros que mi padre no podrá reunirse con vosotros esta tarde. Al parecer ha tenido unos problemillas con el avión que se ha retrasado; y lo más probable es que hasta pasado mañana no pueda venir, porque ha recordado que tenía unas reuniones muy importantes en Londres mañana, a las que no podía faltar.
-         Bueno, no pasa nada. De todas formas ya habíamos ensayado. Un momento, ¿eso significa que tenemos días libres?
-         Claro, hasta que no habléis con mi padre no podemos avanzar nada con el programa y me alegro porque… ¡yo no trabajo tampoco!
-         ¡Sí, vivan las vacaciones!- los chicos se rieron de mi comentario, y dejaron los ejercicios para poder ponerse a mi lado a escuchar.
-         ¡Sí Lou, vivan las vacaciones!- respondió Eveline evidentemente feliz.- Oye, podríamos quedar mañana por la mañana. Ya sabes, todos juntos, y así nos vamos en coche a la ciudad más grande de los alrededores para ir de compras.
-         Pues por mí OK, y por Niall, Zayn, Liam; pero no sé si Harry se apuntará.
-         ¿Por qué lo dices?
-         Es que… ahora mismo está viendo una película con Rosee, y ya veremos si quedan mañana. Se ha vuelto muy acaramelado desde que la ha conocido. Más que de costumbre. Y da gusto verlo así. A lo mejor quieren tener un poco de tiempo para ellos.
-         Pero Louis, yo me refería a que Rosee se viniera con nosotros también. No la iba a excluir a ella. A demás, me cayó muy bien esta mañana y quiero hacer amigas en España ¡ya!
-         En ese caso puede que se apunten. Se lo diré y luego te llamamos con lo que sea.
-         Ok, ¡hasta luego chicos!
-         ¡Hasta luego!- respondimos todos.
-         ¿Por qué Eveline te ha llamado a ti?- me preguntó Liam.
-         Y yo que sé… me cae muy bien Eveline.
-         Wow Lou, no me digas que vas a engañar a tu esposa Harry con Eveline- soltó Zayn. Era una de sus bromas, Harry y yo nos llevamos como uña y carne y nos queremos mucho, como si fuera mi hermano pequeño. Por eso dicen que somos como un matrimonio y nosotros les seguimos el rollo y nos lo pasamos genial haciendo esas tonterías.
-         Pues quién sabe… Eveline es muy guapa, pero si hago eso seguro que despertaré los celos de Liam.
-         Oye tranquilo que yo no me pongo celoso. Es sólo que me a parecido raro que te haya llamado a ti cuando siempre me suele llamar a mí.- Contestó Liam como si le hubieran ofendido.
-         OK te creo pero, ¿quién quiere bajar conmigo al sótano para espiar un poco a Harry?- les dije a todos entre susurros.
-         Vale vamos, pero avisemos antes a Niall- respondió Zayn.
Subimos muy silenciosamente las escaleras para que no se escuchara ni un ruido, no sea que Harry o Rosee se dieran cuenta. Abrimos la puerta de la habitación de Niall. Antes de entrar nos quedamos unos instantes observándolo. Pero no estaba ensayando ninguna de nuestras canciones. ¡Estaba componiendo y cantando! Nos miramos un poco extrañados ya que Niall no solía componer, simplemente en los ratos libre se ponía a tocar canciones de Justin Bieber. Era una canción lenta, suave, sobre una chica que llega a su corazón y le hace ver las estrellas. Una balada de amor en toda regla, pero paró en seco en cuanto se dio cuenta de que casi todos estábamos escuchándole.
-         ¿Pero qué hacéis ahí? ¿Quiénes estáis?- preguntó rápidamente Niall.
-         Tranquilo Nialler que estamos Zayn, Liam y yo. Pero dime ¿por qué estabas componiendo? Y lo más importante, ¿a quién va dirigida?- pregunté cotilleando un poco. Que Niall se enamore no pasa todos los días.
-         Buff menos mal.- Contestó él en un instinto.
-         ¿Cómo que menos mal? ¿Qué pasa Niall? ¿Es alguien que conocemos cierto?- le preguntó Liam mientras le daba un abrazo. Niall se puso visiblemente rojo, porque se le nota mucho con lo blanquito que es.
-         Nada chicos, ¿hay algo de malo en que hoy me haya dado por componer?- Contestó él ruborizándose.
-         No, no hay nada de malo Niall, pero tienes que admitir que no es lo más habitual en ti. Encima la letra era de lo más romántica y sincera que he escuchado. ¡Mas que las de Chris Brown!- dijo Zayn. Eso era un alago en toda regla. Zayn es un gran fan de Chris Brown y no bromearía nada que tuviera que ver con él.
-         Pues eso. Ya está. Me ha dado por componer. Fin de la cuestión. ¿Por qué veníais a mi habitación?
-         Está bien Niall, si no quieres no lo cuentes, pero nos lo vas a acabar diciendo porque ya nos conocemos hermano- dije yo.- Pues nos ha llamado Eveline y hemos quedado con ella mañana para salir por ahí de compras con el coche.
-         ¿Pero mañana no teníamos que seguir con los ensayos?
-         Sí, pero al jefazo le han surgido unos asuntos y no va a venir hasta pasado mañana.
-         ¡Toma vacaciones!
-         Si, ya nos hemos dado cuenta Niall- se ve que es un poco de reacción lenta- pero el caso es que íbamos a preguntarle a Harry y a Rosee si se iban a apuntar ellos también.
-         ¿Y para que se lo tenéis que preguntar? ¿Somos todos amigos no?
-         Ya, pero como están tan bien juntitos, pues a lo mejor tenían hecho ya planes para mañana ellos dos solos.
-         ¿Pero por qué decís eso? Harry nos dijo que eran amigos, así que no tiene por qué excluirnos de nada.
-         Ya Niall, pero ya sabes como es Harry.
-         Bueno, entonces vamos a preguntárselo.
-         Venga, pero habla más bajo que queremos espiarles un poquito antes.
-         Está bien, pero que sepáis que va en contra de mi voluntad. No me gusta que me espíen así que tampoco me gusta espiar.
-         Si claro Niall, todo sabemos lo leal que eres pequeñín- le dijo cariñosamente Liam.
Bajamos de nuevo las escaleras lo más sigilosamente que pudimos. Abrimos la puerta del sótano, aunque realmente no era necesario. Desde el interior se escuchaban unas risas de lo más escandalosas, especialmente de Harry. Parecía que le iba a dar algo mientras se comía como podía las palomitas que Rosee le tiraba.

Capítulo 16.
Me lo estaba pasando pipa. Harry es muy gracioso y a veces se le ocurren unas cosas tremendas. Sin duda sabe como divertirse y hacer el tonto a la vez. No podía dejar de reír, cada vez que lo miraba no podía reprimir la risa porque él tampoco dejaba de reírse y me lo pegaba.
-         La película se ha acabado- le dije como pude.
-         Ya lo sé- contestó abriendo la boca; y le tiré una palomita- ¿qué pasa no te diviertes?- parecía algo más serio.
-         No, claro que me divierto con tigo Harry. Es sólo que no quiero que los demás piensen…- me paré, iba a decir “nada raro” pero eso podría crearme preguntas innecesarias- que no me han caído bien- acabé finalmente, aunque la frase no sonó muy convincente- ¿por qué no salimos a ver qué hacen?
-         ¡Tranquila Rosee, sabemos que te caemos bien! Eso no lo cuestionaría nadie. Tú a nosotros también.- Dijo Lou entrando en la habitación seguido de todos los demás.- Venimos a preguntaros algo, ¿Qué tal la peli?
-         No Lou, ¡eso no es lo que tienes que preguntar!- dijo Zayn mientras le daba una “torta” falsa.
-         Lo que quiere decir es que…- intentó seguir Liam.
-         ¡No! Lo cuento yo, que es a mi quién ha llamado Eveline- replicó Lou.
-         Que raro. Normalmente llama a Liam.- Comentó Harry como si pensara en voz alta.
-         ¡Es exactamente lo que les dije!- contestó Liam, mientras se sentaba al lado de Harry que había permanecido todo el tiempo en el sofá.
-         Bueno, pues esta vez me ha llamado a mí. El caso es que su padre, es decir el jefazo, no puede venir hasta mañana. Así que ¡tenemos vacaciones!
-         ¡Oh qué bien!- exclamó Harry de repente poniéndose de pie.
-         Y como tenemos vacaciones, Eveline nos ha convencido para salir mañana por ahí, ¿os apuntáis?- acabó Niall, que hasta el momento se había mantenido bastante callado. Harry me miró, como si lo que yo dijera pudiera cambiar su decisión. Me parece un gesto muy considerado por su parte, pero no soy una niña pequeña; sé decidir por mí misma y nadie debería depender de mí y menos él. Mi respuesta comenzaba a tener tardanza y hubiera seguido en mis pensamientos si no fuera por que Liam se acercó a mi, como haciendo entender que esperaban una respuesta.
-         ¡Claro que sí chicos, por vosotros lo que sea! Pero creo que debería de irme ya, se está haciendo un poco tarde- miré mi reloj, exactamente las siete de la tarde. Debía llegar en media hora a casa si no quería recibir preguntas por parte de mi padre.
-         Oh claro como quieras. Venga vámonos.- Dijo Harry mientras se levantaba para coger las llaves de la moto. Como es aquí tradición en España, me acerqué a los chicos y les di un beso a cada uno. Se pusieron un poco rojos y luego caí en la cuenta por qué. ¡En otros países  no es normal dar besos al despedirse! Me puse un poco roja, el único que  no pareció extrañarse fue Niall.
-         Tranquila ahora les explico- me contestó este mientras me devolvía el beso.
-         Gracias Niall. Lo siento chicos si les molesté, ahora Niall les explicará.- Dije mientras me despedía moviendo la mano y guiñando un ojo a Niall. Harry me dio la mano y ambos salimos de su casa.
-         Bueno, ¿te lo has pasado bien?- me preguntó. Extendí mi brazo para coger el casco que estaba sobre la moto, pero él me lo arrebató y lo miró con deseo- yo te lo pongo- me dijo con una sonrisa traviesa y ladeada.
-         Está bien- contesté. Se acercó a mí y me puso el casco muy despacio y como si disfrutara del momento, aunque no creo que lo estuviera disfrutando más que yo. Cuando acabó de enganchar la última evilla, colocó uno de los mechones de mi pelo que se había enredado por mi cuello y luego me miró a los ojos; esos ojos por los que estaría dispuesta a no ver nunca más el sol.
-         Sí, me lo he pasado muy bien- dije mientras me separaba de él. Estaba con las mejillas al rojo vivo. Tenía que desviar la conversación para alejarme de él. Es muy difícil resistirse a aquella mirada que me hipnotiza desde el primer instante.
Me acerqué a la moto, y le di durante unos segundos la espalda, mientras me acomodaba en ella. Lo miré de reojo. Se había quedado plantado exactamente en la misma posición que tenía anteriormente, como si yo aún estuviera allí con él. En seguida, se giró; y sonrió como si los últimos segundos hubieran sido el sueño que a mí me había parecido; teniendo su rostro a tan sólo unos centímetros de mí.
-         Bien, me alegro- contestó medio titubeando.
-         ¿Por qué haces esto?
-         ¿Hacer el qué?
-         ¿Por qué me has invitado a venir? Quiero decir, habrán un millón de chicas que te lo habrán pedido y tú las has ignorado. ¿Por qué a mí no?
-         Rosee, soy de esos que creen en el destino; y no creo que haya sido una pura casualidad que ayer nos encontráramos. Además, me caes muy bien; no tiene nada de malo invitarte.
-         Es cierto, qué tonta- y me toqué el casco como si de mi cabeza se tratara, a modo de demostrar mi vergüenza por haber preguntado aquello. Harry se sentó delante de mí.
-         No te digas tonta. No me gusta que las chicas se infravaloren.- Me dijo mientras me cogía las manos y me las colocaba alrededor de su torso.
-         Está bien; pero sólo era una forma de hablar- apoyé mi cabeza en su espalda.
El trayecto se hizo bastante agradable. El viento que hacía desde la mañana no había cesado y los árboles se ondeaban a su compás. Cerré los ojos, y olí su colonia, para así no olvidarla nunca. Tomamos la cuarta salida hacia mi casa. La verdad no tenía ni pizca de ganas de despedirme de Harry, pero no tenía opción; debíamos separarnos por  lo menos hasta mañana. Me bajé de la moto y me quité el casco, cosa que él también hizo pero no se bajó.
-         Bueno, hasta mañana Harry- pensaba acercarme para darle un beso; pero al final decidí no hacerlo.
-         Hasta mañana Rosee.- Me giré para ir hacia la puerta de mi casa, pero Harry me agarró de la muñeca.
-         ¿Qué pasa Harry?- Pregunté algo confundida.
-         Me gustan las costumbres españolas- se acercó a mi mejilla y me dio un beso; seguido de un guiño de uno de sus ojos azules.
-         Hasta mañana Harry- y me despedí con la mano. Corrí hacia mi casa, abrí la puerta, entré, y cerré.
Me apoyé en la puerta con la espalda y me acaricié la mejilla en la que me había besado. Sólo con recordarlo me estremecí y sonreí. Descorrí la cortina, y miré por la ventana. Estaba colocándose el casco y se dio cuenta de que lo observaba. Yo le despedí de nuevo con las manos y me devolvió el saludo. Finalmente, pegó un acelerón y se fue.
Miré a mí alrededor y vi cómo Napoleón aparecía por el pasillo.
-         ¡Me ha dado un beso Napoleón! No es maravilloso.
El resto del día fue de lo más aburrido como siempre, excepto que no podía dejar de pensar en… One Direction.
(A la mañana siguiente)
Ya estaba preparada. Me había puesto un vestido veraniego de flores y unas manoletinas para ir cómoda y llevaba el pelo suelto. Supongo que querrán ir a una ciudad mayor que está por aquí, pero que no es en la que voy al instituto. Me había levantado pronto, y ahora caigo en la cuenta de que Harry no me dijo ninguna hora para pasarse a por mí. Creí que ya era hora de usar su móvil, pero entonces vi que tenía un mensaje, de él. Se me iluminó el rostro y enseguida pulsé en mostrar.
*Rosee, nos pasaremos a por ti a las once. Iremos con el coche y Lou conduce ;) Tranquila, sólo puede que nos multen por ir despacio :D*
Casi me da algo al leer el mensaje. Miré a Napoleón que hasta ese instante me había estado mirando con cara extraña.
-         Dice que se pasará a por mí a las once; pero tú tienes que ser un perrito bueno y no armarme ninguna trastada mientras no estoy ¿OK?

Miré el móvil. Las 10:50. Ya sólo quedaban unos minutos para estar con ellos; y por supuesto con Eveline. Cogí mi pequeña mochila en la que llevaba lo esencial: móvil, llaves, cartera, gafas de sol, un gloss… En fin, todo lo que una suele llevarse. Salí de casa y cerré la puerta con llave. Me fui caminando hasta la entrada de mi parcela y esperé debajo de un olivo. Me puse los auriculares del móvil a escuchar Moments mientras esperaba. Me quedé enfrascada con cada nota de la canción. Cerré los ojos y apoyé la cabeza en el tronco del árbol.
Me hubiera pasado así todo el día, cuando noto que alguien me quita los auriculares. Abrí los ojos y me encontré a Liam. Detrás de él había una furgoneta negra muy grande y por la ventana se veía a Harry saludándome.
-         Moments, buena elección- me dijo Liam, mientras se ponía uno de los auriculares- si que la tenías alta. Con razón no escuchabas los gritos que Lou ha pegado.
-         Ups, perdonad chicos. No quería haceros esperar, pero la culpa no la tengo yo ¡la tiene vuestra música por ser tan buena! Si no lo fuera yo no la habría estado escuchando y os habría oído.
-         Pues tienes razón. Venga, vamos- me dio su mano para ayudarme a levantarme.
-         Gracias Liam.
Me acerqué al coche, y vi que había un asiento libre entre Harry y Zayn. ¿Qué mejores compañías que esas?
-         Hola chicos, os he echado de menos.
-         Nosotros a ti también Rosee- me dijo Niall. Este chico, tan amable y tierno como siempre.
-         Oye Rosee, ¿te gusta Chris Brown? - Me preguntó Zayn, mientras ponía un CD del mismo a todo volumen en el coche.
-         Pues la verdad, creo que me gustáis mucho más vosotros, por cierto ¿dónde está Eveline?- pregunté.
-         Oh, gracias Rosee- dijeron todos con unas caritas de lo más tiernas.
-         Eveline está en un hotel, iremos a por ella y nos quedaremos por la ciudad. ¿Te parece bien?- añadió Niall.
-         Claro. Vamos.
El camino fue de lo más entretenido; gracias a las locuras que se le ocurrían a Lou. Este muchacho está super loco. La verdad, no estoy acostumbrada a estar rodeada de ellos. Necesito a una amiga a mi lado, y mi corazón me decía que esa sería Eveline. ¿Me pregunto si le gusta alguno de los chicos? En fin, ¿a quién no le gustaría? Me muero de ganas por hacer amigas.
Llegamos a la fachada del hotel en el que se hospedaba Eveline.
-         Ven con migo, seguro que le hará ilusión- me pidió Zayn mientras me daba la mano.
-         Claro, a mí también me da.
Bajamos del coche y entramos en el vestíbulo. Allí estaba Eveline, con un mini vestido precioso y taconazos. Parecía una modelo.
A su lado había una chica con el pelo negro, ligeramente ondulado e increíblemente largo. Levaba unos vaqueros cortitos y una camiseta ancha a rayas. En cuanto se quitó las gafas negras que llevaba pude ver sus ojos azules.
-         ¡Hola Rosee!- Dijo Eveline nada más verme y dándome un abrazo.- Qué ganas tenía de quedar contigo. Necesito saber qué es lo que se lleva aquí y quiero que vengas conmigo de compras. Ésta es mi amiga Carol.
-         Hola -dijo la chica morena.- Soy Carol, la coreógrafa de baile de sus conciertos.- Prosiguió señalando a Zayn.- Encantada.
-         Igualmente.- Me chocó mucho Carol, porque todo lo que me dijo, fue en español con el acento típico inglés.
-         Hablo español porque mi padre es de aquí, aunque mi madre es inglesa- Dijo Carol, al darse cuenta de que me había dejado un poco impresionada. Eveline y Zayn la miraron con cara extraña- Mejor hablaré contigo en inglés porque si no éstos no se enteran de nada- dijo finalmente en inglés.
-         Tranquila Carol, Rosee sabe hablar inglés tanto como tú hablas español.- Dijo Zayn.
-         Bueno, ¡vámonos de compras!- Gritó Eveline estallando en impaciencia y alegría. El día prometía diversión.
Capítulo 17.

Eveline me agarró de la muñeca y tiró de mí hacia fuera. Yo le di la mano a Zayn, que era el que tenía al lado, y él se la dio a Carol. Formamos una mini cadena humana como los niños pequeños y entramos en el coche; empezábamos a estar un poco apretujados.
-         ¡Hola!- dijeron Carol y Eveline. Todos los chicos las devolvieron el saludo. Yo me senté de nuevo en mi sitio anterior entre Zayn y Harry. Empezamos a charlar animadamente. Eveline siempre tiene un tema de conversación, con ella nunca habrá silencio. Carol era algo más callada. Me di cuenta de que Niall no se perdía detalle de cada gesto de Carol. Sin duda él sentía algo por ella.
Llegamos al centro y allí tuvimos que arreglárnoslas para conseguir aparcar. No porque no hubiera sitio, porque había muchos parkings, sino porque Lou no está acostumbrado a conducir como piloto en el lado izquierdo.
-         Ah, creo que me voy a volver loco.- Decía Lou.
-         No más de lo que estás hermano- dijo Niall haciéndonos a todos reír.
Finalmente conseguimos aparcar después de que Zayn tuviera que ir indicándole a Lou si se iba a chocar con algo o no.
-         Bueno, ¿y ahora a dónde vamos?- Preguntó Zayn.
-         ¡Yo quiero ir de compras!- gritó Eveline.
-         ¡Yo también!- secundó Lou poniéndose a saltar.
-         Está bien, iremos de compras, siempre y cuando os calméis un poco.- Dijo Liam.
-         Las tiendas siempre suelen estar en las avenidas, así que se podría decir que estamos en la calle de las tiendas. Pero no os emocionéis que esto es muy poquita cosa en comparación con Londres.- Les dije yo.
-         Ok, pues entonces venga. Pongámonos a pasear y si nos gusta algún escaparate entramos.- Dijo Harry.
-         ¿Habéis traído gafas de sol o algo para taparos?- Les pregunté yo. No creo que en toda la ciudad no hubiera ninguna directioner suelta, y como les descubrieran se podría armar una gorda.
-         Claro que sí- dijo Niall- venga chicos, hagamos “la pose”.
-         ¿”La pose”?- Pregunté algo confundida.
-         Esta- dijo Louis- 3, 2, 1…
-         ¡Yeah!- dijeron todos una vez que se habían puesto unas gafas negras todas iguales. Yo me empecé a reír otra vez al igual que Carol y Eveline.
-         Estáis monísimos chicos- dijo Eveline- tengo que hacerme con una de esas.
Empezamos a caminar. Esta vez estuve hablando con Eveline y Carol de nuestras cosas.
-         ¿Y tú trabajas o estás estudiando?- me preguntó Carol.
-         Pues yo acabo de terminar la secundaria, pero el curso que viene empezaré a estudiar bachillerato. De todas formas, durante el curso creo que me buscaré algo donde trabajar los fines de semana para ir ahorrando algo para la universidad.
-         Chica lista- dijo Eveline- yo nada más acabar la secundaria conseguí un puesto en la discográfica de mi padre. No porque sea mi padre el jefe, si no porque durante un verano entero estuve asistiendo a unas clases de administradora para poder ayudarle en la empresa, y al final lo conseguí.
-         Oh que guay- dije- y tú Carol, ¿cómo conseguiste ser la coreógrafa de One Direction?
-         Desde pequeña me gustaba mucho bailar, y siempre iba a clases de baile especialmente el rollo hip-hop y pop. A los 14 años prácticamente enseñaba a bailar a toda la gente que quería de mi barrio; y me decían que era muy buena. Y bueno, a los 16 me presenté para ser la coreógrafa de One Direction. Al principio no me tomaban en serio porque me decían que era demasiado joven, pero en cuanto les enseñé una demostración no pudieron negarse.
-         Sí, y yo la conocí precisamente mientras la hacía- dijo en ese momento Eveline- me quedé impresionada y me puse a decir por toda la discográfica que era la mejor.
-         Desde entonces somos amigas- acabó Carol.
-         Oh, preciosa historia chicas. Yo no sé bailar, pero si tú has conseguido que Zayn  baile bien, entonces yo también tengo solución.
-         Hahaha sí muy buena Rosee- dijo Carol partiéndose de risa- la verdad no fue tarea fácil, pero al final lo conseguí.
-         ¿Estáis hablando de mí?- preguntó Zayn, al parecer nos había conseguido escuchar aunque nosotras tres nos hubiéramos separado de ellos.
-         Si Zayn, estábamos hablando de lo bien que bailas.- Dije mientras le daba un pequeño abrazo.
-         Oh, entonces seguid- contestó medio riéndose.
-         ¡Mirad esta tienda me gusta! ¡Entremos!- Dijo Louis agarrando a Liam del brazo. La tienda era bastante grande, pero no era una de esas con varias plantas con las que te puedes quedar embobada. Tenía cosas para chicas y para chicos, así que nosotras nos fuimos a la parte femenina.
-         Oh, me probaré estos, estos y estos- decía Eveline cogiendo vestidos y pantalones.
-         Vale pues yo me probaré estas camisetas- dijo en ese momento Carol- ¿tu no te pruebas nada Rosee?
-         Claro, pero antes quiero echar una ojeadita por toda la tienda.
-         Vale, nosotras nos vamos a los probadores- dijo Eveline mientras tiraba de su amiga. Había varias zonas de probadores en toda la tienda. Yo me dediqué a mirar un poco por todas partes e iba añadiendo ropa para probarme. Como nunca suelo salir en este plan de compras, mi padre me había dado mucho dinero para que me gastara lo que quisiera, pero no lo gastaría todo. No soy de esas que gastan porque sí. Vi unos zapatos blancos monísimos en la parte alta de uno de los estantes, pero no lograba alcanzarlos. Miré a mí alrededor, pero no encontraba ninguna escalerita a la que pudiera subirme, pero sí vi que Harry me observaba. Al darse cuenta de lo que me ocurría vino hacia mí.
-         Tranquila, yo te los cojo- me dijo, y enseguida alargando su mano cogió los codiciados  zapatos y me los tendió.
-         Gracias Harry- dije mientras los miraba- ¿tu no te compras nada?
-         No sé, no me apetece.
-         Bueno, yo me voy a probar esto, ¿me esperas aquí y te enseño cómo me queda?- le pregunté algo tímida- necesito que alguien me diga cómo me queda.
-         Claro.
Me fui a los probadores y él se sentó en uno de los asientos esperándome. Es un cielo, seguro que dijo que sí solo para agradarme.

Narra Harry:
Deseaba estar con ella desde ayer por la tarde. No había conseguido olvidar su voz y su sonrisa durante toda la noche; y estaba un poco triste, porque quería pasar más tiempo con ella, a solas. Creo que me estoy enamorando. Ayer estuve a punto de besarla, si no fuera porque se apartó de mí cuando la ponía el casco. La tenía tan cerca. Si no lo hubiera hecho la habría besado. Los chicos tienen razón. Estoy enamorado de Rosee. Ahora lo sé.
Desde esta mañana había estado buscando un pretexto para estar solos, pero ella estaba hablando continuamente con Eveline y Carol. Es decir, no quiero que por mí no pueda hacer amigas, pero la necesito a mi lado. Y a demás los chicos también estaban. Gracias a esos zapatos maravillosos ahora estábamos pasando un ratito “juntos”.
Pensando el ella, veo que Rosee aparece en el probador. Con un precioso vestido veraniego azul celeste y esos zapatos blancos con tacón. Parecía un ángel, un espejismo. Simplemente estaba muy bella.
-         Bueno, ¿cómo me queda?- me preguntó dándose una vuelta sobre sí misma.
-         Eh, pues, genial, estás fantástica- dije tartamudeando, aun sin creerme lo que veía.
-         ¿En serio? ¿Crees que me queda bien Harry?- no podía apartar la mirada de ella.
-         Sí, estás muy bella.
-         Oh, gracias- sus mejillas se tiñeron de un precioso tono rosado, era simplemente adorable.- Bueno, pues si tú dices que me queda bien, entonces me lo llevaré.
Ya no aguantaba más. Quería besarla en ese instante. Me levanté del asiento. Sentí que mis piernas me fallaban, pero conseguí levantarme. Me acerqué a ella y…
-         Oh, ¡mírate Rosee, estás bellísima!- dijo en ese momento Eveline acercándose a Rosee.- Espera a que te vea Carol.
Ya está. Fue el punto que me devolvió a la realidad. ¿Y si ella no me quiere de la misma manera que yo? ¿Y si sólo quiere ser mi amiga? ¿Y si realmente le gusta otro chico? En fin, no soy el único en toda la Tierra; puede estar enamorada de otro. Incluso de alguno de nosotros, de la banda de One Direction. Y qué tontería inoportuna querer besarla justo en una tienda de ropa, cuando todos los demás pueden vernos. Sentí que se me revolvía el estómago y creo que me quedé un poco pálido.
-         Harry, ¿estás bien?- me preguntó Rosee con su dulce voz. Al parecer ella si se había dado cuenta. Puso una de sus manos en mi frente.- No tienes fiebre, pero estás muy pálido. ¿Quieres que salgamos fuera a tomar un poco el aire?- Ella tan tierna como siempre.
-         Estoy bien, pero sí me apetece salir.- Estaba un poco mareado.
-         Dame un minuto y salgo- volvió a entrar en el probador. Eveline se acercó a mí.
-         ¿Estás bien Harry?
-         Si, tranquila, no es nada.- Miré a mi alrededor. Los demás estaban por la tienda riendo, y no se habían dado cuenta de nada. Mejor. No tenía ganas de dar explicaciones, solo quería salir de allí con Rosee.
-         Ya estoy, venga Harry vamos.- Dijo Rosee mientras me dio su mano. Llevaba de nuevo su ropa, pero igualmente estaba muy guapa. Como realmente es. En ese momento me di cuenta de que ella habría sido la chica ideal para grabar el videoclip de What Makes You Beautiful. Lástima no habernos conocido antes.
Pagó su ropa y salimos a la calle. Se la habría pagado yo si no fuera porque el estómago aún me dolía. Nunca pude creer que te puedas poner malo sólo con tus propios pensamientos, pero ahora veo que no han exagerado. En cuanto dio el sol en mi cara me sentí bastante mejor.
-         Parece que se te está pasando- dijo mientras pasaba una de sus manos por mi mejilla- me estaba poniendo muy difícil el resistirme a ella-¿por qué estabas tan pálido? ¿qué ha pasado para que estuvieras así tan de repente?
-         No lo sé, pero tranquila ahora estoy mucho mejor. Gracias por haber salido conmigo.- Dije sonriéndola. Pensé “aunque no la pueda besar la puedo abrazar ¿no? Al fin y al cabo le doy abrazos a todo el mundo”. Así que me acerqué a ella y la abracé. Ahora ya estaba mucho más relajado, ya no notaba ese dolor en el estómago. Sin duda, ella es la pieza que me falta ahora; y no podré permanecer mucho tiempo así. Pronto la diré lo que siento por ella aunque ella pueda no sentir lo mismo. Pero algo me dice que es la chica que he llevado esperando todo este tiempo.
Continuará…