sábado, 18 de febrero de 2012

I can´t love you more than this 6

Hola chicas!!! Como hace ya una semana que no subimos ningún capítulo, hemos pensado "ya es hora no?". Así que aquí os dejamos el capítulo 7. No pasa gran cosa, pero a medida que avance la historia se irá haciendo más interesante. Disfrutadlo :)

Capítulo 7.

Me desperté poco a poco. Tenía los ojos entrecerrados y no era capaz de abrirlos del todo. Estaba apoyada en algo, que se movía, de forma constante y lenta; abrazada a algo, pero quité despacio uno de mis brazos para poder tocarme los ojos y así despertarme bien y ver algo.
Lo primero que vi fueron las piernas de Harry, junto a las mías, pero yo estaba más bien tendida a la larga del sofá. Me asusté y pronto me di cuenta de lo que había pasado. ¡Me había quedado dormida sobre él¡ Me giré rápidamente y vi que él estaba dormido. Se había dormido abrazándome. No le podía ver la cara porque tenía todo el pelo tapándosela. No pude evitar reírme al verle así.
Me separé de él despacio. No quería que se despertara. Miré el reloj. Eran la una. Había estado durmiendo más o menos una hora. Intenté mover el tobillo, pero me dolió, aunque no tanto como antes y menos mal que no se me había hinchado. Me incliné hacia su cara. Se había quedado dormido sentado, y tenía la cabeza apoyada en el respaldo y hacia atrás. Me preocupó un poco porque, por experiencia, luego le iba a doler el cuello. Le moví el pelo muy despacio y se lo puse tal y como lo tenía siempre; pudiendo ver su precioso perfil. No tiene lado malo, le mires por donde le mires.
Estaba como hipnotizada, mirándole. Estaba monísimo. Pero era inalcanzable para mí. Yo soy una chica normal (dentro de lo rara que soy) de España, y él es un artista británico, con una carrera de éxito, que volvía locas a un millón de chicas con sólo una mirada. No, yo sólo me conformaba con estar cerca de él y ser su amiga, una de las que nunca te fallan.
Estaba inmersa en mis pensamientos cuando mi móvil comenzó a sonar a ritmo de One Direction. Casi pego un grito del susto y menos mal que conseguí apartarme de él antes de que abriera los ojos. En seguida Harry se levantó y medio soñoliento preguntó:
-         ¿Qué pasa, qué es lo que suena?
-         Es mi móvil, Harry por favor cógelo que no me puedo levantar.
-         Ok.- Me dijo mientras se restregaba los ojos con las manos de la misma manera que yo había hecho hace unos minutos, y se giró a tientas, como cuando uno busca algo con la luz apagada.- Oye, sí que te gusta nuestra música, ¿eh?- Dijo con una sonrisa burlona en la cara. Y para hacerse el gracioso, empezó a bailar al ritmo de “Stole my heart”, una de las canciones de su nuevo álbum y precisamente la que tenía puesta como tono de llamada.
No le respondí, simplemente le sonreí y le puse ojos suplicantes para que se diera prisa y encontrara rápido el móvil, y él no dejaba de bailar, pero de una forma muy rara, y por eso empecé a soltar algunas carcajadas, y él empezó a reírse también. Me encanta su risa…
Lo encontró y me lo dio. Al hacerlo, nuestras manos se rozaron y noté algo parecido a cuando te da una pequeña descarga eléctrica, pero no era eso…
-¿Hola?- cuando empecé a hablar en español, Harry cerró los ojos y empezó a asentir como si lo entendiera todo, aunque no tuviera ni idea. Era muy gracioso.
- Hola hija, ¿de qué te ríes?
- De nada mamá.
- ¿Quién es?- me dijo Harry.
- Es mi madre- le dije en susurros tapando el micrófono del móvil. Se puso muy contento, pero no sé por qué. Se pegó aún más a mí para escuchar la conversación, y no se lo impedí porque de todas formas no se iba a enterar de nada…
- Bueno… ¿qué tal la mañana?
- La verdad es que no muy bien- la dije por una parte mintiéndola.
-¿Y eso?
Entonces la conté todo lo que me había pasado, y también que Harry estaba conmigo. No se sorprendió, ni me riñó, ni me pidió que le diera las gracias a Harry, ni siquiera se alegró por mi suerte. Yo me esperaba otra reacción por su parte, la reacción típica de una madre protectora que te agobia a preguntas, pero yo nunca he tenido una madre así. Pero claro mi madre apenas sabe algo de mí, y yo apenas sé algo de ella. La relación con mis padres siempre había sido muy fría. Ni siquiera sabía quién era Harry.
-         Vale. ¿Necesitas que llame a la ambulancia?- se limitó a preguntar.- Ni siquiera estaba dispuesta a venir ella misma a por mí…- ¿Te duele mucho el tobillo?
-         No mamá no creo que necesite ninguna ambulancia… Aún me duele pero menos que antes.
-         Venga, cuídate.
Me colgó. Ni siquiera me dio tiempo a despedirme de ella. Estaba, como se suele decir, con la moral muy baja. Ni siquiera sé por qué me llamó, nunca lo hace. Apoyé la cabeza en el hombro de Harry que era lo que tenía más cerca, y me quedé seria, mirando a ninguna parte.
-         ¿Qué te pasa?- me preguntó Harry.
-         Nada es sólo que… - No sabía qué decirle. Sabía que si me ponía a hablar de ello me pondría muy mal. Es lo que tiene el no haber tenido ningún amigo en quien confiar en tanto tiempo. Las malas emociones seguían dentro de mí y las tenía que soltar. Pero… ¿por qué a él? ¿Por qué con él era todo tan fácil? En ese momento a Harry le sonó la barriga.
-         Buff, que hambre tengo.
-         Yo también- dije separándome de él, y distrayendo la conversación.
-         ¿Has desayunado?- me preguntó bastante serio.
-         No, mi desayuno se lo comió Napoleón.
-         ¡Madre mía! ¿Y no has comido nada entonces desde que te levantaste?
Negué con la cabeza. Se acercó a mí y me cogió de nuevo en brazos.
-         Harry, en serio, no es necesario.
-         ¿Dónde está la cocina?- Me preguntó sin soltarme y con una gran sonrisa.
-         Al final del pasillo.
Y así me llevó. Cuando llagamos me sentó en una de las sillas.
-         Te voy a preparar uno de mis famosos tacos.
-         ¡Oh, qué bien, nunca los he probado¡
-         ¿Nunca has probado los tacos? No sabes lo que te has perdido, es mi comida favorita. Pero vas a tener que decirme dónde están las cosas, que esta no es mi casa y no sé dónde están.
-         Vale.
Y así estuvimos un buen rato, yo indicándole dónde estaba todo y el hablando con migo todo el tiempo. Se manejaba bastante bien en la cocina. En eso es muy diferente a mí, porque yo apenas sé usar el microondas, con el que siempre caliento mis comidas precocinadas. Cuando terminó, le ayudé en lo poco que pude a poner la mesa y le convencí para que se quedara a comer y fue fácil. Nos lo estábamos pasando super bien.
-         Sabes… eres diferente- me dijo.
-         ¿Por qué lo dices?
-         No sé… eres especial.
-         Tú también lo eres para mí Harry, no sé qué habría hecho sin ti- Hubo una pausa, en la que mi corazón empezó a latir más fuerte y me puse roja.-No respondiste a mi pregunta.
-         ¿A qué te refieres?
-         A que no sé qué haces aquí, en España, en mitad de ninguna parte.
-         Ah, pues. Es porque no soporto el ambiente que tenía antes.
-         ¿Por qué? ¿Qué ambiente?
-         Es que… - se llevó las manos a la cabeza- es complicado.
-         No te preocupes Harry, si no quieres no tienes por qué contarme nada.
-         No, sí te lo quiero contar pero…- hizo una breve pausa para pensar las palabras adecuadas para explicarse- Es que no puedo aguantar tanta presión, tantos gritos a donde quiera que vaya, a que la gente me critique sin conocerme, a ser débil y dejarme influir por esas críticas…
Estaba notando una presión enorme sobre mí. No podía seguir escuchando todo eso. Necesitaba consolarlo.
-         Harry, por favor, no pienses eso. Ahora estás aquí, conmigo. Todo está bien Harry.
-         Sí, tienes razón Rosee.-Dijo finalmente.
Iba a seguir comiendo. Los tacos estaban realmente buenos. Pero cuando apoyé los brazos sobre la mesa, hice que saliera por los aires un poco del relleno del taco que estaba en el tenedor, y fue a parar en el pelo de Harry.
-         Con que tienes ganas de una guerra de comida ¿eh?
Y ahí estalló todo. Me tiró un poco de pan, y yo no me iba a quedar quieta. Así fue como empezó le guerra de comida. Lo manchamos todo. ¡Hasta las paredes! Él fue el primero en parar y se quedó alucinado cuando se dio cuenta de cómo lo habíamos quedado todo. Estábamos hechos un asco. Me miró como si me estuviera pidiendo perdón. Pero empecé a reírme.
-         ¡Tienes comida en el pelo!- conseguí decir entre risas.

Continuará…

7 comentarios:

  1. jajjajajaa mencantaaaa! *____* sobretodo la parte de la querra de comiidaa!!
    jajajja, estoy impaciente por saber como continuaraa...!!!
    ONE DIRECTIOOON<3

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  2. Me encantaaaaa! :)) Visitad la mía porfavor, no es tan buena pero bueno ;) http://suddenly-it-happens.blogspot.com/

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  3. Hola :) Me encanta la historiaaa!! Está muy bien escrita y es super interesante!! Espero que saquéis ya un nuevo capítulo porque estoy super impaciente por leerlooo :D Un besote Directioners <3

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  4. ME ENCANTAAAA <3 HABER CUANDO PUBLICÁIS UN NUEVO CAPÍTULOO QUE TENGO MÁS GANAS DE LEERLO :3 BEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEESOS XX

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  5. publicar máááááás porfavooor :1D

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  6. Me encanta la histlria esta muy bien, la voy ha leer enteritaaa

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