Capítulo 3.
Me quedé impresionada. Era más guapo aún en
persona… Me puse de repente muy nerviosa y pestañeé varias veces para comprobar
que no era un sueño. ¡No me lo podía creer! Él
se estaba preocupando por mí, y sin conocerme de nada. Ante este
pensamiento me ruboricé.
-
¿Hola?- me dijo él. ¿Estás bien?- me preguntó con
una gran sonrisa en la cara.
-
Nada. Es que me pican los ojos de haber estado
llorando.- Después de haber dicho esto, pensé en lo mal que había quedado.
¿Cómo le podía haber respondido eso? No quería dar lástima, y eso era justo lo
que estaba haciendo; él es una persona super importante para miles de chicas y
lo estaba aburriendo con mis lloriqueos. No quería que me viera así, así que
giré mi cara y miré a otro lado. En otras circunstancias, hubiera podido estar
mirándole todo el tiempo del mundo.
-
No, venga por favor, no te pongas triste ahora. No
me gusta ver sufrir a nadie, además yo me pongo igual o peor… He venido para
ayudarte, no para que tú acabes consolándome a mí. -Cuando dijo esto, se llevó
las manos a la cara y se la tapó. Se me partió el corazón cuando lo vi así, no
podía permitir que mi ídolo estuviera triste por mí.
-
No, no te preocupes. Contigo aquí… ahora estoy
bien.
-
Uf menos mal.- dijo limpiándose la cara con las
manos.- Y ahora dime, ¿por qué estás aquí tirada?
-
Bueno, estarías tirado aquí también si tu perro se
hubiera comido tu desayuno, si hubieras salido corriendo sin cerrar la puerta
de casa, si hubieras corrido por lo menos dos kilómetros sin parar y te
hubieras tropezado con un asqueroso bache del suelo.
-
Uf chica, hasta hace un rato no era tu día de
suerte. Menos mal que he llegado para intentar arreglarlo.
-
Ya lo has hecho- le dije. Le miré directamente a
esos ojos azules. Él me respondió con un una sonrisa.
-
¿Y por qué no te levantas?- me preguntó extrañado.
Estaba guapo haciendo cualquier gesto.
-
Ah, se me olvidó contarte que cuando me caí me
hice daño en el tobillo y ahora no me puedo ni levantar.
-
Claro, por eso llorabas, yo pensaba que te pasaba
algo… distinto- sí, era verdad, en el fondo de mi ser yo lloraba por la vida
tan aburrida que llevaba, como la de una persona mayor solitaria y sin
emociones; cuando lo único que yo quería era pasármelo bien con mis amigas y
mis amigos, pero no puedo, porque la vida trata muy mal a las mejores personas,
y por ello se llevan muchos palos, cuando son los que deberían de ser felices,
lo que me llevó a ser una niña bastante aislada de los demás. Por eso tengo
sólo tengo compañeras pero no amigas y aunque las tuviera no podría estar con
ellas porque me voy a pasar todas las vacaciones en mitad de la nada y no
podría verlas, y por ello, una parte de mí agradece no tener amigos, porque los
echaría demasiado de menos. De repente se me llenaron los ojos de lágrimas. Él
lo notó, más que nada porque no había podido dejar de mirarle en ningún
momento. Se me cayó una lágrima. Necesitaba a alguien con quien poder
desahogarme. Él extendió su brazo y limpió la lágrima que caía por mis mejillas
con sus manos justo antes de que pudiera llegar a mis labios, y me dedicó una
sonrisa. Pero había un detalle del que me había dado cuenta, de que también él
empezaba a tener los ojos brillantes.
Continuará…
Qué bonitooo!! Pero si casi lloro yo y todo !!!
ResponderEliminarMe encanta la nove de verdad, me alegro de que os hayáis animado a hacer el blog !!
ONE DIRECTION (: